martes, 2 de noviembre de 2010

Pataleta

- "Que no, que no y que no", pataleaba él al borde de la histeria.
- "Pero qué te cuesta, hombre, si todos vamos igual...", repetíamos con paciencia.
- "He dicho que no y es que no", insistía, amenazando con dejar de respirar.
Lo probamos todo.

Bambasten, que es experto en estas lides, hizo el avión de mil maneras diferentes.
Se aproximó y pidió pista, que despego, bienvenidos al planeta rico en techno-combustible, pero no hubo forma, mantuvo su empecinamiento y siguió con el gesto torcido.
Lavinha, que también sabe de lo que va la fiesta, se acercó en plan ninja armado con marionetas de Pocoyo.
Fue interceptado a mitad de camino y la misión fracasó.

Como el árbitro tocó el silbato tres veces seguidas anunciando el inminente comienzo del choque, Ujfaméndez se salió con la suya.
De pequeño le agredían con unas medias blancas, qué se le va a hacer.

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